28 de agosto de 2012

CANTANDO BAJO LA LLUVIA (Singin' in the Rain)
(USA) MGM, 1952. 102 min. Color.
Pr: Arthur Freed. G: Adolph Green y Betty Comden. Ft: Harold Rosson. Mt: Adrienne Fazan. DA: Cedric Gibbons y Randall Duell. Ms: Nacio Herb Brown y Roger Edens. Can: Arthur Freed, Betty Comden, Adolph Green, Al Hoffman y Al Goodhart. Cor y Dr: Stanley Donen y Gene Kelly.
Int: Gene Kelly, Donald O'Connor, Debbie Reynolds, Jean Hagen, Millard Mitchell, Cyd Charisse, Rita Moreno, Douglas Fowley, Dawn Adams, King Donovan, Kathleen Freeman, Madge Blake, Tommy Farrell.
Don Lockwood (Gene Kelly) y Lina Lamont (Jean Hagen), dos estrellas en el rutilante firmamento del cine mudo, discutiendo entre plano y plano
Huyendo de sus enfebrecidas fans, Don Lockwood conoce a Katy Selden (Debbie Reynolds)
Al vitalista Cosmo Brown (Donald O'Connor), amigo íntimo de Don, le gusta hacer el payaso
Katy es una buena chica y se gana la vida como corista sin demasiada suerte
Pero ahí está Don enamorándose de ella, como su ángel salvador
Cosmo Brown y Don Lockwood, con su contagiosa alegría de vivir, convierten cualquier escenario y situación en un motivo de celebración
SINOPSIS: En el convulsionado Hollywood de 1928, cuando hacía su aparición el cine sonoro, unos imaginarios estudios llamados Monumental Pictures se ven lanzados a una desesperada carrera contra reloj para reconvertir su última película muda en una película hablada y llegar a tiempo para la anunciada fecha de estreno. Un actor, una corista y un músico, amigos inseparables, harán lo imposible por conseguirlo.
Cosmo, Katy y Don forman ahora un trío inseparable con proyectos de futuro
El empuje y la imaginación de Cosmo y Don les lleva a imaginar un ballet que incluirían en su nueva película, salvándola del desastre
He aquí un momento para admirar la impresionante anatomía de Cyd Charisse en movimiento como pieza fundamental de ese ballet imaginado
La felicidad de Don al saberse amado por Katy le empuja a exteriorizar sus emociones bailando por la calle sin importarle el resto del mundo ni las condiciones atmosféricas
Esas lágrimas de Katy pronto desaparecerán de sus emocionados ojos cuando su amado Don la descubre ante el gran público como una prometedora estrella
La declaración amorosa de Don a Katy en el plató necesitaba de un escenario e iluminación que ayudaran a crear el ambiente adecuado
COMENTARIO: “UN DÍA EN NUEVA YORK” (1949), “CANTANDO BAJO LA LLUVIA” (1952) y “SIEMPRE HACE BUEN TIEMPO” (1955), las tres fructíferas colaboraciones de Stanley Donen con Gene Kelly en el terreno del musical, sin duda representaron una renovación del género que lo oxigenó, vivificándolo. Desde comienzos del sonoro y hasta ese momento, el grueso de los musicales que se hacían en Hollywood se atenía a unas estructuras casi fijas en las que la inclusión de los números bailados o cantados se incrustaban en la trama con el cómodo pretexto de que los protagonistas fueran cantantes, bailarines, compositores o coreógrafos. Pero en el año 1949, el primero de aquellos tres films producto de ese binomio perfecto rompía los corsés y el artificio de fastuosos decorados y ambientes sofisticados y mostraba con espontaneidad a tres marinos de permiso cantando y bailando en las verdaderas calles de Nueva York.
En esta concepción del musical desaparecían esas rupturas expresivas entre el comportamiento “normal” y las incrustaciones musicales que aquí ya no son tales incrustaciones porque ahora -dentro de la atmósfera de la película- están perfectamente integradas en el guión y cumplen una función narrativa de manera que a nosotros nos parece natural, evitando así precisamente no sólo que destruyan esa narración, sino que la hacen progresar. En cualquier caso, la más brillante demostración de talento y sensibilidad para el género, el más alto grado de perfección alcanzado, sólo se dio en los tres títulos que Stanley Donen realizó junto a Gene Kelly.
“CANTANDO BAJO LA LLUVIA”, posiblemente el mejor musical de la historia del cine, constituye tanto una reflexión sobre el género en el que se inscribe (por ejemplo, critica con buen humor los estilos precedentes en el número “Beautiful Girl”) como también una crónica del traumático paso del cine mudo al sonoro que engloba un recuerdo sentimental y cariñoso homenaje a la época heroica de Hollywood y los hombres que hicieron posible la evolución de este arte industrial. La película es asimismo un deslumbrante espectáculo, explosión de ritmo, vitalidad y contagiosa alegría de vivir. Sensaciones que nos son transmitidas a través de una cámara que se torna natural o -según el momento- maravillosamente alada porque participa de los sentimientos y emociones de los personajes, y con ellos se enamora, baila, canta y evoluciona. El resultado es tan sensorial y se disfruta tan intensamente que se resiste a ser descrito con palabras sin correr el riesgo de traicionar y simplificar su contagiosa vitalidad. Supongo que la solución más adecuada y recomendable para “comprender” plenamente “CANTANDO BAJO LA LLUVIA” es verla (cuantas más veces, mejor).
Por otro lado, el título que comentamos como los otros dos, son películas de concepción tan libre, festiva y luminosa, tan innovadoras, que se oponían a las convenciones realistas imperantes en el cine considerado “serio” que se hacía entonces, saltándose los estrechos márgenes del naturalismo para ofrecernos un universo estilizado que nos seducía en la butaca hasta el punto de sentir la necesidad a duras penas reprimible de cantar y bailar a la salida del cine como algo perfectamente lógico en virtud de las emociones inoculadas desde la pantalla.

21 de agosto de 2012

CIUDADANO KANE (Citizen Kane)
(USA) RKO / Mercury, 1940-41. 120 min. BN.
Pr Ej: George J. Schaefer. G: Herman J. Mankiewicz y Orson Welles (con la colaboración de John Houseman y Joseph Cotten). Ft: Gregg Tolan. Mt: Robert Wise y Mark Robson. DA: Van Nest Polglase y Perry Ferguson. Vest: Edward Stevenson. EE: Veron L. Walker. Ms: Bernard Herrmann. Pr y Dr: Orson Welles.
Int: Orson Welles, Joseph Cotten, Dorothy Comingore, Everett Sloane, Agnes Moorehead, Ruth Warrick, Ray Collins, Paul Stewart, Erskine Sandford, George Coulouris, William Alland, Harry Shannon, Fortunio Bonanova, Gus Schilling, Philip Van Zandt, Charles Bennett, Sonny Bupp, Joan Blair, Edith Evanson, Nat King Cole, Richard Barr, Walter Sande, Arthur O'Connell, Alan Ladd (periodista con pipa en secuencia final).
Un final que es el comienzo: una bola de cristal con una casita nevada en su interior, rueda de la mano de un moribundo Charles Foster Kane
Enfática composición en la que vemos en primer término a Mary Kane (Agnes Moorehead), luego la figura débil y marginada del Sr. Kane (Harry Shannon) y en último término al banquero Thatcher (George Coulouris)
Observad la formidable utilización de  la profundidad de campo. En el plano vemos estratégicamente situados al pequeño Kane (Buddy Swan) fuera de la casa jugando en la nieve, su padre, el banquero Walter Thatcher y la madre firmando el destino del niño
El niño Kane será tutelado y educado por el banquero Thatcher, pero el pequeño, aferrado a su trineo, no parece muy entusiasmado
Jedediah Leland (Joseph Cotten) y el señor Bernstein (Everett Soloan) son los amigos y colaboradores del ambicioso Kane (Orson Welles) ya adulto
Charles Foster Kane, posando sobre su imperio periodístico
Su matrimonio con Emily Norton (Ruth Warrick)
SINOPSIS: A la muerte de un magnate de la prensa inmensamente rico e influyente en el pasado, un periodista intentará reconstruir su vida y las zonas oscuras de su persona, entrevistando a los que le conocieron en un intento por averiguar el sentido de la enigmática última palabra que el difunto pronunció justo antes de morir: Rosebud.
Kane no se conforma con ser un magnate de la prensa: también tiene ambiciones políticas
Llegado el momento, su enemigo político James Gettys (Ray Collins) no dudará en chantajear a Kane para frenar su ascendente carrera
El arma utilizada por Gettys es la amenaza de hacer público el romance adúltero de Kane con Susan Alexander (Dorothy Comingore), lo que provocaría un escándalo que hundiría su carrera política 
Su orgullo y soberbia impiden a Kane afrontar con inteligencia la delicada situación en que le ha colocado su relación con la señorita Alexander
Kane se casa con Susan e intenta lanzarla sin éxito como cantante de ópera. Este fracaso y los reveses sufridos durante la Depresión le impulsan a refugiarse en su fabulosa mansión Xanadu 
Kane pierde la amistad de Leland, que ejerce como crítico teatral en uno de sus periódicos
COMENTARIO: Título que siempre figura y en ocasiones encabeza las múltiples listas y selecciones más o menos oficiales que en el mundo se han hecho de las "mejores películas de todos los tiempos" (en la última encuesta realizada por "Sight and Sound", por muy pocos votos de diferencia, ha sido desplazada del primer puesto por "VERTIGO").
Efectivamente, se trata de un film que en el momento de su realización rompió casi todos los esquemas establecidos por la industria de Hollywood para la "fabricación" de un producto. Así, desde el diseño y construcción de decorados con techo, iluminación, angulaciones y movimientos de cámara de contundente eficacia narrativa, (pero fuera de la gramática imperante), un audaz e inteligentísimo montaje, la sabia utilización de la profundidad de campo para mostrar a varios personajes en diferentes términos respecto a la cámara, todos enfocados, creando así una composición en la que esos personajes se definen no tanto a través de lo que dicen y hacen como por su situación en el plano, hasta el alcance, en fin, de la historia que contaba (para cuyo personaje central, Welles se inspiró en el magnate William Randolph Hearst), hicieron de esta película una obra maestra que revolucionó el lenguaje cinematográfico, aportando nuevas soluciones expresivas o utilizando las ya existentes con un enfatismo noqueante.
Desde Griffith y algunos trabajos de Hitchcock, el cine no había avanzado tanto hasta que en 1939, un joven de veinticuatro años llegó a Hollywood desde la costa Este con el único bagaje de algunas aventuras teatrales vanguardistas, una histórica emisión radiofónica sobre "La guerra de los mundos" y un apabullante talento que tras la experiencia de "CIUDADANO KANE" jamás volverían a dejar brotar libremente.

6 de agosto de 2012

VIDAS REBELDES (The Misfits)
(USA) United Artists / Seven Arts, 1960. 124 min. BN.
Pr: Frank E. Taylor. G: Arthur Miller. Ft: Russell Metty. Mt: George Tomasini. DA: William Newberry, Stephen Grimes y Frank McKlevy. Ms: Alex North. Dr: John Huston.
Int: Clark Gable, Marilyn Monroe, Montgomery Clift, Thelma Ritter, Eli Wallach, James Barton, Estelle Winwood, Kevin McCarthy.
Isabelle (Thelma Ritter), amiga y consejera de Roslyn (Marilyn Monroe) en la ciudad de Reno durante el duro trance de su divorcio
La lucidez de Isabelle se pone de manifiesto ante la dubitativa y vulnerable Roslyn
Un breve y doloroso encuentro con su ex marido (Kevin McCarthy) en las puertas del Juzgado
Guido (Eli Wallach) no pierde la ocasión de "proteger" a una agobiada Roslyn entre el alegre gentío que en esos días acude al rodeo
Gay ( Clark Gable) y Guido están fascinados ante la extraña personalidad y belleza de Roslyn
Durante su estancia en Reno, Roslyn y su amiga Isabelle aceptan la invitación de Gay y Guido para visitar su casa al borde del desierto
SINOPSIS: Una mujer que se encuentra en Reno para formalizar su divorcio, conoce a un maduro vaquero, individualista e inadaptado, que la invita a pasar unos días en su rancho al borde del desierto de Nevada donde él, acompañado por dos amigos, malgasta su errática vida cazando caballos salvajes por encargo de una empresa que comercializa su carne como alimento para perros. La convivencia de estos cuatro personajes en tan árido y apartado lugar hará estallar la dramática realidad de unas vidas fracasadas.
Gay infunde confianza a Roslyn y a su lado se siente cobijada
Preparándose para una agónica cacería de caballos salvajes en el desierto de Nevada
Perce Howland (Montgomery Clift), Roslyn Taber y Gay Langland, tres seres varados en la orilla de un mundo al que no han sabido adaptarse
La neurosis de Roslyn estalla ante el cruel espectáculo de la cacería de caballos cuyo destino es servir de carne enlatada para perros
En sus desavenencias con Gay, Roslyn busca comprensión en Perce
Trabajar con Gable representó para Marilyn la culminación de un sueño que arrastraba desde niña cuando veía sus películas  en los cines de sesión continua, identificándolo con la figura del padre que nunca conoció
COMENTARIO: Las dolorosas circunstancias que rodearon la gestación de esta película, haciendo víctimas a todos los miembros del equipo, sin duda condicionaron el resultado final. El delicado momento por el que pasaba Marilyn Monroe en aquellos días (un reciente y dramático aborto, su matrimonio con Arthur Miller derrumbándose), hacía que chapoteara con desesperación en un mar de neurosis y depresiones que la llevaron finalmente a ser ingresada en una clínica tras un enfermizo y desesperante comportamiento durante todo el rodaje. Clark Gable con la salud quebrantada moría de un ataque al corazón apenas finalizada su intervención en el film y John Huston conseguía en virtud de los avatares que jalonaron y modificaron las formas y contenidos de la película (Arthur Miller reescribía los diálogos sobre la marcha para adaptarlos a la realidad de quienes los interpretaban), una obra sincera y estremecedora, desesperada y patética. Marilyn nunca estuvo mejor como actriz "interpretando" a esa Roslyn sensitiva, inerme y desamparada. Igualmente, Gable y Clift incorpo­raron con noqueante fuerza dramática a esos cowboys-dinosaurios que se aferran a un estilo de vida que está en trance de desaparecer (–¡cualquier cosa es mejor que un empleo a sueldo! –grita uno de ellos).
En suma, empleando un símil teatral, una de esas grandes representaciones terminales en que los dramáticos estertores que sacudían a los componentes del equipo entre bastidores tenían su reflejo en el escenario, contaminando la obra, modificando su forma y dotándola de una dimensión bigger than life. Lo cierto es que cada vez que reviso esta película, lo paso fatal.